Flor De Cerezo Songtext
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Mi verso es para aquel que perdió el rumbo,
para el que huye de este mundo de caretas.
Pa' los poetas que parecen bagabundos,
y pa' aquellos que llegaron los segundos a la meta.
Pa' intentar domar al micro tuve que adornar mi nombre,
pero mi rima sólo es hambre descarnada.
Doy otra calda mientras pienso que en el hombre,
amor y poesía son la antorcha que alumbran la nada.
Siempre con la soga en el pezcueso,
para el que huye de este mundo de caretas.
Pa' los poetas que parecen bagabundos,
y pa' aquellos que llegaron los segundos a la meta.
Pa' intentar domar al micro tuve que adornar mi nombre,
pero mi rima sólo es hambre descarnada.
Doy otra calda mientras pienso que en el hombre,
amor y poesía son la antorcha que alumbran la nada.
Siempre con la soga en el pezcueso,
no creo en dios, pero cuando escribo rezo.
Mido mis pasos y aprendo de mis tropiezos,
el resto por aquí solo es atrezo, flor de cerezo.
Piso el barro in the place to be,
agarro el boli como un bisturí,
narro mi history.
Crecer erra como correr tras un poema,
descubrir cómo hacer fuego y aprender luego que quema.
Soñar París, robarte un beso,
el bis-a-bis con el hachis y todo eso.
Pintarlo gris, y guardar versos en botellas,
poder ver en los charcos el eco de las estrellas.
Y volver a los tiempos de cuentos de hada y nanas,
para volar con los sueños que escapan por la ventana.
Mama, rezo cuando suenan las campanas,
puedo ser flor del cerezco, puedo ser canela en rama.
La vida da halas, no te enseña a volar,
Íkaro de nada sirve llorar.
Suelo escribir y soñar, relgalar vida en cada beso,
semillas de las flores del cerezo.
Canela en rama, yo guardo los besos bajo mi cama.
Pa' bailar con las palabras tuve que escribir despacio,
y aprender que el amor deja cicatrices,
que hay palabras que te salvan del naufragio,
y palabras que cortan en los labos al que las dice.
Yo nunca puso precio al corazón,
ni tuve otra religión que los ojos negros de mi madre.
Sueños de la gente del montón,
que reza su oración mientras baila, sobre el alambre.
Yo me dejo la vida en lo que escribo,
como si fuera un suicida ante el barranco de tu onbligo,
y digo, que crecer era querer pasar de página,
aprender que el mar entero cabe dentro de una lágrima.
Pisar Madrid, tener carnales,
que se haya ido y sean muertos inmortales.
Hacer un verso donde no quepa el alarde,
hermoso pero tirste como un pájaro que arde.
Si soy ladrón es porque llegué muy tarde,
antes de que naciera las cosas ya eran de alguien.
Y sé que todas las palabras son disfraces,
que todas las canciones son excusas,
que todas las estrellas son fugaces,
que todo lo que escribo, yo lo escribo para huir...
Y volver a los tiempos de cuentos de hada y nanas,
para volar con los sueños que escapan por la ventana.
Mama, rezo cuando suenan las campanas,
puedo ser flor del cerezco, puedo ser canela en rama.
La vida da halas, no te enseña a volar,
Íkaro de nada sirve llorar.
Quizás por eso es que
relgalar vida en cada beso, en cada verso,
semillas de las flores del cerezo.
Mido mis pasos y aprendo de mis tropiezos,
el resto por aquí solo es atrezo, flor de cerezo.
Piso el barro in the place to be,
agarro el boli como un bisturí,
narro mi history.
Crecer erra como correr tras un poema,
descubrir cómo hacer fuego y aprender luego que quema.
Soñar París, robarte un beso,
el bis-a-bis con el hachis y todo eso.
Pintarlo gris, y guardar versos en botellas,
poder ver en los charcos el eco de las estrellas.
Y volver a los tiempos de cuentos de hada y nanas,
para volar con los sueños que escapan por la ventana.
Mama, rezo cuando suenan las campanas,
puedo ser flor del cerezco, puedo ser canela en rama.
La vida da halas, no te enseña a volar,
Íkaro de nada sirve llorar.
Suelo escribir y soñar, relgalar vida en cada beso,
semillas de las flores del cerezo.
Canela en rama, yo guardo los besos bajo mi cama.
Pa' bailar con las palabras tuve que escribir despacio,
y aprender que el amor deja cicatrices,
que hay palabras que te salvan del naufragio,
y palabras que cortan en los labos al que las dice.
Yo nunca puso precio al corazón,
ni tuve otra religión que los ojos negros de mi madre.
Sueños de la gente del montón,
que reza su oración mientras baila, sobre el alambre.
Yo me dejo la vida en lo que escribo,
como si fuera un suicida ante el barranco de tu onbligo,
y digo, que crecer era querer pasar de página,
aprender que el mar entero cabe dentro de una lágrima.
Pisar Madrid, tener carnales,
que se haya ido y sean muertos inmortales.
Hacer un verso donde no quepa el alarde,
hermoso pero tirste como un pájaro que arde.
Si soy ladrón es porque llegué muy tarde,
antes de que naciera las cosas ya eran de alguien.
Y sé que todas las palabras son disfraces,
que todas las canciones son excusas,
que todas las estrellas son fugaces,
que todo lo que escribo, yo lo escribo para huir...
Y volver a los tiempos de cuentos de hada y nanas,
para volar con los sueños que escapan por la ventana.
Mama, rezo cuando suenan las campanas,
puedo ser flor del cerezco, puedo ser canela en rama.
La vida da halas, no te enseña a volar,
Íkaro de nada sirve llorar.
Quizás por eso es que
relgalar vida en cada beso, en cada verso,
semillas de las flores del cerezo.
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